Es un otoño frío, es un otoño invernal y polar.
Parece que las nubes siguen entrando y saliendo a su antojo
que el frío siberiano ha encontrado en este rincón un lugar donde abrigarse
si saber que aquí se necesita un poco más de calor.
Y así están pasando los días
rápidos, cortos, oscuros, húmedos, gélidos
que se convierten en solitarios,
que se convierten en tristes, como el frío.
Y seguirán pasando
hasta que en algún momento la primavera quiera aparecer,
haga florecer los árboles,
y dé vida a este momento de agonía.
Y ya no parezca un morir poco a poco.
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